
Hola a tod@s bloggeros, como algun@s de vosotros sabéis, me encuentro en Inglaterra trabajando y aprendiendo ingles a la par que intento llevar al día las asignaturas de la carrera, cosa nada fácil, como sabéis jejeje.

e que a través de estas páginas compramos nuestras marcas habituales, las mismas que en las tiendas pero con unos descuentos bastante importantes. ¿Le quita la gracia a eso de ir de tiendas? No sé, yo me emociono bastante más cuando sé que sale campaña de una marca que me gusta y estoy esperando ansiosa a que el reloj marque las 7 para entrar de las primeras y poder comprar lo que quiero. ¿Y la alegría que me llevo cuándo me dice: “con esta compra se ha ahorrado x €? ¿Que quita el proceso de sociabilización de ir de compras con amigas? Para nada, acto seguido envío un mail a mis amig@s para informales de que ya compré en esa campaña, que si quieren algo lo metan a mi pedido y así compartimos gastos de envío. Además, el día que llega el mensajero es día de reunión, café y cañitas. 
Releo un tanto atónita aquellos artículos en los que los estudiosos, los críticos y los pensadores sociales trataban el tema de los nuevos perfiles sociales en la red. Artículos de hace 4 o 5 años, que planteaban el tema de cómo una persona iba a ser capaz de vivir en la red social y vivir en el mundo real. Asimismo, tanteaban cuestiones cómo si íbamos a perder nuestra identidad, a individualizarnos aún más, a falsear, a delinquir, etc. Ahora, analizando todo esto, y extrayendo ideas muy valiosas, me miro a mí misma y me quedo atónita al pensar ¿cuántas identidades tengo?
Me pregunto, ¿soy igual en todas? ¿Soy la misma yo? ¿O soy diferente? Reconozco que hago, de entre todas estas, dos diferencias fundamentales: soy una identidad que comparto con mis amigos y soy otra identidad que comparto con mis futuros empleadores. Bueno, y ahora, soy una identidad que comparte sus pensamientos y los plasma en Mediatic. Retomando la idea de si he perdido mi identidad verdadera, si me he individualizado, si vivo en el mundo real, si falseo y si dedico a internet mucho tiempo diré lo siguiente: no he perdido mi identidad verdadera, no me he individualizado demasiado, si vivo en el mundo real y sí dedico mucho tiempo a internet. ¿Internet es individual? Para mí internet son mis amigos, es compartir mis pensamientos, es consumir información y entretenimiento, y es buscar empleo. ¿Y cómo hacía yo todo esto antes? Pues sencillo: hablaba horas por teléfono, compartía mis pensamientos con mi diario que a veces alguien leía, miraba más la pantalla de la televisión, y mandaba currículum por correo o los llevaba en persona.
Entonces si he cambiado yo, hemos cambiado todos. ¿Y qué opinan de esto los poderosos, los comerciantes, los educadores, los artistas, y las personas, entre otros muchos? Los poderosos opinan que la red es imponente; que es excesivamente libre, accesible, democrática y gratuita. ¿Hay que acotarla con normas? Los comerciantes opinan que su público está disperso; que hay que definir e implicar a los diferentes perfiles (heterogéneos e infinitos) a través de una comunicación publicitaria bidireccional. ¿Hay que homogeneizar el consumo? Los educadores opinan que la saturación informativa global es peligrosa; que es necesario contrastar, profundizar e interpretar para fomentar el conocimiento y la cultura. ¿Hay que filtrar los contenidos? Los artistas opinan que el mercado virtual es injusto; que la licencia de uso debe modificarse para el beneficio de todos los implicados y que el potencial global de la red es el presente. ¿Hay que definir un nuevo modelo de mercado? Y, para ir terminando, las personas, los usuarios, los internautas, la sociedad opinan que la red es todo y es nada: es todo, porque cada vez podemos hacer más nuestra vida dentro de ella; y es nada, porque si no tenemos una vida propia fuera de ella no hay nada que hacer.El estudio revela además que los usuarios españoles utilizan más la red que sus vecinos europeos (un 85% frente a un 71%) y una cuarta parte de sus conexiones se realizan a través del móvil.
Estudios similares ponen de manifiesto que Internet es el medio más utilizado para conseguir información, así lo afirma el estudio realizado por Pew Research Center (EE.UU), en 2010, en el cuál el 43% de los encuestados con edades comprendidas entre 30 y 59 años tiene en Internet su fuente de actualidad principal, mientras que la televisión se reduce de un 71 por ciento a un 63%. Todo indica que esta tendencia ira en aumento.
¿Estamos ante el ocaso de la televisión? No creo que esto sea así, o por lo menos de manera tan rotunda. Empezamos a dialogar; a hacer un uso activo de un medio de comunicación de masas y de momento la televisión sigue sin escucharnos.
La interacción con el “gigante dormido” es muy pobre, y pese al aumento de la oferta televisiva seguimos sintiéndonos atados ante la imposibilidad de elegir realmente el contenido o utilizar este medio para comunicarnos con otros usuarios.
Pensando sobre el descenso del pedestal que está sufriendo el medio que nos ha reunido tantas veces. Me vino a la cabeza el dispositivo lanzado por Microsoft hace un par de años, para su consola Xbox. Se trata del “Proyecto Natal” o lo que es lo mismo: Kinect.
Para aquellos que no sepan que es Kinect, para muestra un botón; así que dejo un vídeo más que explicativo sobre esta cámara que reconoce movimientos, rasgos faciales y voz y hará que la televisión empiece a escucharnos.
Kinect tiene sus luces y sus sombras. No quiero hacer un análisis del periférico de la Xbox. Si bien me gustaría invitar a una reflexión sobre la necesidad de eliminar la rigidez del teclado o del mando a distancia para comenzar a interactuar con la tele de manera más natural.
Este camino trazado por Nintendo con Wii que está siendo desarrollado por Microsoft y Sony nos muestra como dialogar con alguien a la que llevamos viendo y escuchando mucho tiempo.


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